lunes, 15 de agosto de 2016

HUANCAYO - LETRAS

FULGOR DE ESPIGAS

EPÍGRAFE:
“Mujer el mundo está amueblado por tus ojos.
Se hace más alto el cielo con tu presencia.
La tierra se prolonga de rosa en rosa,
y el aire se prolonga de paloma en paloma”

(Vicente Huidobro- Chile-1893-1948)


LA IMPORTANCIA DE  LEER A LOS POETAS


De la misma manera podríamos preguntar por qué cantan los pájaros y por qué nos gustan tanto sus trinos. Natural es que aquellos que tienen amor a la música amen igualmente los buenos versos. Uno de los sentimientos más nobles de la naturaleza humana es el sentimiento estético. Este sentimiento de lo hermoso y ele­vado nos dignifica, ennoblece, y ha contribuido considerablemente a im­pulsar nuestra civilización. De jóvenes le tomamos a la vida más gusto y afición que de viejos, y así el amor a la poesía, en nuestra juventud, es tan natural como el gusto de los sonidos gratos al oído, del perfume de las flores y de los maravillosos juegos de luz de una puesta de sol. La poesía expresa, con insuperable viveza y animación, cuanto tiene la naturaleza de gloriosa. No hay medio de expresión que iguale en intensidad a1 lenguaje que hablan los poetas. Una espléndida puesta de sol nos emociona, cuando la vemos con nues­tros propios ojos; nos emociona tam­bién si nos la ofrece un artista reproducida por sus pinceles; pero nos emocionará más si la encontramos descrita por un buen poeta; pues éste, sirviéndose de la magia de su lenguaje, usando las palabras más bellas, insinuan­tes y musicales, nos hará ver el crepúsculo y sus pormenores que antes se nos pasaron inadvertidos; y el mismo espectáculo grandioso se reproducirá en nuestra fantasía, además de bello, elocuente. Esto solo puede conseguirlo el poeta, que sabe dar luz y música a sus palabras. Por eso, volvemos a decir que quien no haya sentido nunca el amor a la poesía, desconoce uno de los placeres más legítimos y más grandes que puede ofrecer la vida. Una de las cosas que hacen al hombre superior a la bestia es este poder de percibir e interpretar las maravillas de la naturaleza, descu­briendo las secretas relaciones que unen a los seres todos del orden físico, inte­lectual y moral. Bendigamos, pues, a la poesía y a los hombres que supieron y saben expresar sus sentimientos poéticamente; porque ellos serán nuestros amables compañeros en horas de soledad y meditación, dulci­ficando nuestra propia melancolía con la música de sus versos. Serán los poetas nuestros mejores amigos si nosotros lo somos de ellos, y con sus nobles palabras consolarán nuestro dolor y nuestras dudas en los momentos de desaliento, que ningún hombre logra evitar. Amigos, empecemos a leer las obras de nuestros poetas de la región Junín, del país y del mundo.



No hay comentarios:

Publicar un comentario