viernes, 6 de enero de 2017

CAMBIO - HUANCAYO


PACIENTE CON CÁNCER TERMINAL PROTAGONIZA BODA

Aferrándose a la vida
cumple sueño de casarse

La misa tampoco se realizó en una Iglesia, sino en la cama de un hospital.

Esta vez en la ceremonia de una boda religiosa se juntaron los dos sentimientos tan opuestos, la felicidad y la tristeza; por un lado la novia y el novio se mostraban felices porque cumplían el sueño de casarse ante Dios y por otro, familiares y amigos de la pareja, sentían un nudo en la garganta, se esforzaban para contener las lágrimas, porque sabían que el novio, estaba en la fase, de ser un paciente con cáncer terminal; aferrándose a la vida por sus hijos.

La misa tampoco se realizó en una Iglesia, sino en la cama de un hospital, donde se encuentra postrado el novio, a quien le brillaron los ojos de tanta felicidad; pudo acariciar a su pequeña hija con tanta ternura ante la inocente mirada de la menor, que no comprendía lo que pasaba; mientras una lágrima rodó por la mejilla de la hija adolescente, que con su celular registró la dramática escena.

Todo sucedió ayer en el Hospital Regional Docente de Enfermedades Neoplásicas, ubicado en el distrito de El Tambo, Huancayo; autorizado por la directora Liz Cabrera Lucen, al tratarse de un caso especial.

Al promediar las 10:00 de la mañana se hizo presente el párroco de la zona, ingresó a la habitación del paciente José Rafael Suárez Contreras, que esperaba postrado en su cama, el inicio de la ceremonia junto a la novia Luisa Fuentes Romo y madre de sus tres hijos Ralú, Adrián y Joselín, además de familiares y amigos. El ambiente había sido adornado para la ocasión, la novia llevaba entre manos un ramo de flores blancas.

LECCIÓN DE VIDA
Durante la ceremonia el padre dijo: “Este matrimonio es sin duda una lección de vida, a veces el hombre es un necio, terco, porque viendo las cosas que pasa, no les importa; espero que muchos que aún no están casados lo hagan, porque todos debemos estar preparados, para asumir la voluntad de Dios”.
También argumentó: “sin amor todo es una falacia, porque el amor es leal, el amor no sólo es decir cosas bonitas a la pareja, sino es aceptar tal cual es, al otro; porque el amor no tiene barreras, no tiene límites, es eterno”.

PROMESA ETERNA
Minutos más adelante en el acto central se escuchó pronunciar al novio: “Yo José te quiero a ti Lucia, como esposa y madre de mis hijos, prometo serte fiel, en las alegrías y penas, en la salud y la enfermedad, para así amarte y respetarte todos los días de mi vida”. Similares palabras pronunció la novia.

INTERCAMBIO
DE ANILLOS 
La menor de los hijos de la pareja de contrayentes; Joselin, sostenía un cofre donde estaban los anillos de matrimonio de sus padres. Antes de la bendición correspondiente de los aros el padre dijo: “Que Dios Todopoderoso bendiga esta familia”.

Minutos más tarde, el párroco pidió a José repetir estas palabras: “Luisa recibe este anillo en señal de mi amor y fidelidad a ti. En el nombre del Padre, del Hijo y el Espíritu Santo. Amén” luego colocó el anillo que correspondía a Luisa; ella hizo lo mismo con José.

ESPOSOS
Tras el ritual de intercambio de anillos el párroco dijo: “Lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre, que vivan felices hasta que Dios lo permita, ahora Ud. puede besar a la novia”.

Fue un momento conmovedor para todos, José por fin había visto realizado su sueño, Luisa era su esposa por siempre, ella no dudó en acariciar el rostro de su amado, para besarlo delicadamente, ante un silencio sepulcral que se rompió por un sonoro aplauso.

Luego vinieron los abrazos y felicitaciones para los recién casados, no faltaron las lágrimas y el pedido a Dios, para que ocurra el milagro en la recuperación de salud de José.

DANUBIO AZUL
Mientras José disfrutaba de su felicidad, con el olvido momentáneo de sus padecimientos por su delicado estado de salud. Los invitados salieron al patio del hospital, dónde la novia bailó el tradicional baile del danubio azul con sus familiares en un ambiente cargado de nostalgia.
El padre de José y otros familiares de los recién casados, agradecieron a la directora del Hospital Regional Docente de Enfermedades Neoplásicas, Liz Cabrera Lucen, por las facilidades otorgadas; la destacada profesional nos reveló, que tuvo que retirarse de la ceremonia, porque era la primera vez que pasaba por esta dramática experiencia. Sin duda la felicidad, la tristeza y la nostalgia, se unieron para hacer realidad el matrimonio religioso de José y Lucia.  

ALGO MÁS
Según se conoció José Suárez padece de cáncer al estómago, por lo que recibe las atenciones de salud que corresponde a su caso.




No hay comentarios:

Publicar un comentario