martes, 6 de diciembre de 2016

CAMBIO - INFORME

En el Perú, brinda servicio de serenazgo 39% de municipalidades

ACCIÓN ANTE LA INSEGURIDAD


Seis de cada 10 peruanos consideran que el serenazgo debería contribuir a resolver la inseguridad en el país, según la encuesta realizada por el Instituto Integración.






La trascendencia del serenazgo se debe principalmente a su rápida acción de prevención al delito, en contraste con la ausencia policial en las calles y espacios públicos, como señala Carlos Romero, especialista en seguridad de Ciudad Nuestra.

En el Perú, son cada vez más las municipalidades que han optado por este servicio, alcanzando una cantidad de serenos de casi 23 mil efectivos registrados al 2012, una cifra cercana a los cerca de 35 mil policías asignados a las comisarías que registró el INEI el mismo año.

De hecho, en el 2012 el 34.4% de la población de Lima calificó como favorable al servicio de serenazgo de su zona, lo que representa un aumento en relación con el 2011 (30.2%), según Ciudad Nuestra.

Con la creciente importancia del serenazgo, muchos municipios han reducido su vínculo con las comisarías de cada zona, según el General Eduardo Pérez Rocha, ex director de la policía. En muchos casos se pretende garantizar una seguridad basada en un equipo de serenazgo numeroso con una capacidad de respuesta inmediata para la prevención del delito. Solo las funciones de detención y persecución posterior al delito queda en manos de la policía, cuando debería ser un esfuerzo coordinado.

PATRULLAJE
INTEGRADO
En el Perú, solo uno de cada tres policías están asignados a comisarías y cumplen funciones de patrullaje, vigilancia e intervención al delito en la vía pública, así como tareas administrativas. Sin embargo, considerando que los policías trabajan con la modalidad 24x24 (24 horas laboran en la institución policial y 24 horas libres) esta proporción cae en un 50%3.

Al año 2013, el Perú registra un efectivo por cada 881 habitantes. Según estándares internacionales en seguridad ciudadana propuestos por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD)5, se sabe que una adecuada relación entre policías y habitantes es de un efectivo por cada 250 ciudadanos.


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En Junín y Puno, las regiones donde se registra una mayor victimización en el Perú, 
existe un policía por cada 938 y 1,054 personas, respectivamente.
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Por otro lado, en Junín y Puno, las regiones donde se registra una mayor victimización en el Perú, existe un policía por cada 938 y 1,054 personas, respectivamente.

Esta distancia se hace aún más evidente en distritos limeños populosos como Ate-Vitarte que, según el INEI, cuentan con una alta tasa delictiva, y existe un efectivo policial por cada 2 mil 123 habitantes.

Esta realidad explicaría de alguna forma la tendencia generalizada a los municipios de dar una mayor importancia al serenazgo. Sin embargo, ¿qué acción efectiva puede hacer este servicio frente a un delito armado? En el 2013 se presentó un proyecto de ley en el Congreso que propone la autorización de armas de fuego al serenazgo bajo la aprobación y supervisión de la SUCAMEC, iniciativa que ha sido debatida en los últimos dos años sin lograr la aprobación para su ejecución.

No obstante, como señala Robert Castillo, experto en seguridad ciudadana, lo más efectivo es lograr que la fuerza policial destinada a las comisarías y el serenazgo trabajen independientemente, respetando sus propias funciones. Aun así, estas organizaciones deben fortalecer su vínculo a través del Comité Provincial de Seguridad Ciudadana (integrado por municipalidades, comisarías, Poder Judicial, Ministerio Público, Defensoría del Pueblo y autoridades educativas; además de representantes de juntas vecinales o rondas campesinas), cuya función es organizar el sistema integrado de seguridad de acuerdo a las disposiciones del Reglamento de Seguridad Ciudadana.

De esta manera, el objetivo central es poner en práctica un sistema de patrullaje integrado (como ya se ejecuta en el 76% de comisarías que cuentan con serenazgo en sus municipios); donde tanto la policía como el serenazgo cumplan funciones comunicadas y coordinadas del sistema de vigilancia y prevención, aumentando así la capacidad de atención frente a delitos. (FUENTE: Instituto Integración)



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