APENAS UN 3% DE JEFES
DE HOGAR OPINA QUE ES “PARA CONSEGUIR TRABAJO”
En busca de una mejor educación
51% envía a sus hijos al colegio
·
La
percepción de los estudiantes, jefes de familia y docentes respecto a las
instituciones públicas y de la sociedad en su conjunto son negativas
(frustración, decepción).
A la escuela pública se le percibe como la institución del
Estado en la que más confían desde los colegiales hasta los profesores, de
acuerdo al estudio “La ciudadanía desde la escuela: calidad educativa,
expectativas y aprendizajes”, de la Fundación Mohme y el Instituto de Estudios
Peruanos (IEP).
La encuesta se inicia con la pregunta a los padres de
familia ¿para qué va su hijo a la escuela? El 51% responde: "Para tener
una educación superior".
Natalia González, investigadora del IEP, tiene una
explicación para esta respuesta: "Significa que para la gran mayoría de
jefes de familia la educación superior es vista como un horizonte de
progreso".
Las siguientes respuestas son: "Para mejorar sus
condiciones de vida" (28%) y "Para mejorar su condición o lugar en la
sociedad" (17%). "Las respuestas expresan expectativas con la
escuela", agrega González.
Sin embargo, la especialista advierte que las expectativas
de los padres se pueden ver truncadas al culminar sus hijos el nivel secundario
y hallar una oferta universitaria (en especial del mercado privado)
insatisfactoria debido a su falta de calidad.
Esto se traduce en dificultades para hallar trabajo o, si
tiene suerte, demostrar un pobre desempeño laboral por una deficiente formación
profesional.
Ahora, hay que ver qué es lo que los padres consideran que
sus hijos deban aprender en la escuela. El 52% cree que debe ser "aprender
a leer y escribir".
¿Por qué una expectativa tan básica? "Esto tiene que
ver con la propia experiencia de los padres, quienes han sufrido para leer y
escribir", explica Jorge Aragón, también investigador del IEP.
Natalia González agrega que no solo se trata de alfabetizar,
pues este es solo el primer paso para acceder a conocimientos de mayor
complejidad. "Los padres no piensan que lo principal que aprenden los
chicos en la escuela son normas y comportamientos", indica.
ESCUELA BAJO LA LUPA

La calificación de "mala" por parte de los
docentes debe tomarse en consideración ya que ellos forman parte del sistema
educativo y son conscientes de las dificultades a la que se enfrentan en el día
a día.
Sin embargo, cuando se trata de evaluar la calidad educativa
en la escuela en la que laboran, hay un revés en los resultados de sus
respuestas. Cuando se les pregunta "¿Cómo es la calidad de la educación de
esta escuela?", el 56% de los profesores responde "Buena" y solo
el 2% de ellos la considera "Mala". ¿Una respuesta poco confiable por
su imparcialidad? Es probable, pero habría que sacarle provecho.
"Esta diferencia habría que trabajarla y pensar que el
sistema estatal no está aislado en micromundos en la escuela, sino que debe
existir una política que dé mayor responsabilidad a los docentes",
aconseja González.
FALTA DE APOYO EN CASA
La discrepancias continúan cuando se aborda cual es el
principal problema en la escuela. Mientras que el 73% de maestros cree que el
problema es la falta de apoyo de los padres de familia, solo el 39% de los
directos acusados lo cree así.
"No hay acuerdo, pero aún así, un buen número de padres
reconoce que son parte del problema", aclara Aragón.
Por su parte, González lamenta que los docentes culpen de
los problemas a terceras personas sin reconocer que su trabajo en las aulas
está involucrado.
"Los profesores sienten que, en los últimos años, la
sociedad los ha culpado de los malos resultados del aprendizaje. Sienten un
malestar general y por eso hay la necesidad de culpar a un tercero: en este
caso a los padres", interpreta González.
Sin embargo, desestima esta acusación de los maestros a los
padres, pues indica que si bien la educación pública es gratuita, los jefes de
familia despliegan una gran inversión material para enviar a sus hijos a
educarse (útiles, movilidad).
¿El apoyo de los padres se refiere, entonces, a reforzar las
lecciones escolares en el hogar? La investigadora responde a esta interrogante:
"Todas las actividades de aprendizaje y enseñanza no son responsabilidad
de los padres sino de los docentes.
González quita de esta responsabilidad a los padres pues
muchos de ellos no estarían en capacidad para reforzar las lecciones en casa
debido a su escaso nivel educativo y a la falta de tiempo de calidad a causa de
sus largas jornadas de trabajo.
Solo el 4% de maestros cree que el principal problema en la
escuela sea su propia poca preparación. Esta respuesta genera preocupación pues
la calidad de la escuela depende del quehacer de los docentes.
ACCIONES PARA MEJORAR

"Los padres hablan de la preparación de los docentes y
ahí se ha ido perfilando una demanda de que los alumnos aprendan en la escuela
y que los docentes se preparen mejor para que los alumnos aprendan. Así se
cierra el círculo", explica Aragón.
¿Cómo aprovechar la buena percepción que se tiene de la
escuela? Aragón pide al Estado no defraudar a los padres y estudiantes con la
educación. "Si hay una confianza, el Estado debe encargarse de que la
educación pública sea útil y de calidad", recomienda.
Y los beneficios, continúa González, no son solo materiales
sino como ciudadanos. "Las personas en el Perú siempre han demandado el
reconocimiento de ciudadanía y para demandarlo mejor tienes que estar bien
educado", explica la investigadora.
PERSONAL SOCIAL
Se les preguntó a los estudiantes del sexto año de primaria
si les gusta el área de Personal Social (historia, sociedad y ciudadanía), la
mitad de ellos respondió que nada y casi el 40% poco. Contrasta con que casi
todos dicen que aprenden temas importantes en estos cursos. Podría interpretarse, por ello,
que los jóvenes reconocen la trascendencia del área, pero que el modo en que se
trabaja en clase no es la más adecuada o está lejos de sus intereses
cotidianos.
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