En cinco
años el Gobierno creó 31 distritos nuevos en el Perú
Especialistas
opinan que factores políticos primaron sobre técnicos. Esta cifra es cuatro
veces mayor que gobierno anterior
Ahuayro
(Apurímac), Río Magdalena (Ayacucho) y Cielo Punco (Cusco). Estos son los
nombres de tres nuevos distritos cuyas solicitudes de creación fueron
presentadas ayer por el Ejecutivo al Congreso.
Durante la
gestión del gobierno saliente, el Parlamento, a pedido del Ejecutivo, ha
aprobado la creación de 31 distritos. Durante el mandato de Alan García se
crearon solo cuatro, igual que en el gobierno del ex presidente Alejandro
Toledo.
Carlos
Carpio, abogado especialista en temas municipales y de derecho administrativo,
señala que el reciente fenómeno ha surgido como una respuesta del gobierno a
las peticiones de la población y no como una verificación de requisitos
poblacionales y geográficos.
“Es una
actitud de complacencia que surge ante la impotencia de atender las necesidades
de la población. Es una suerte de canje en sustitución a la imposibilidad de
ejercitar el principio de autoridad o para ganar votos en una próxima
elección”, opina Carpio.
—Ventajas y
dificultades—
¿Qué alienta
a una determinada localidad a convertirse en distrito?
Según
Carpio, la insatisfacción de los intereses o necesidades básicas de los vecinos
son las causas más comunes de separación entre distritos.
La posibilidad de obtener autonomía –ya sea
política, urbanística o administrativa–, así como la facilidad de administrar
recursos propios o recibidos del Gobierno Central, son las principales
aspiraciones de las poblaciones que formulan los petitorios de ‘independización’
al Ejecutivo.
“Cuando los
centros poblados se convierten en municipalidades, pasan a ser unidades
político-administrativas, nuevas instancias de gobierno legitimadas por el voto
de sus poblaciones”, señala Ángel Delgado, especialista en derecho municipal de
la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP).
Sin embargo,
las ventajas y facultades administrativas que otorga la simple creación de un
distrito no guardan, necesariamente, un correlato con la realidad. Los nuevos
distritos deben tener los recursos suficientes para funcionar y las habilidades
técnicas para administrarse eficientemente.
Si bien la
sola creación supone la posibilidad de ejecutar políticas para su desarrollo,
normalmente no cuentan con el financiamiento adecuado. “Algunos distritos están
ubicados en zonas rurales donde no pueden
cobrar impuestos como el predial
o la alcabala, por lo que suelen depender de las transferencias del Tesoro
Público a través del Foncomun”, opina Delgado.
Por otra
parte, Carpio agrega que no existe una relación directa entre la creación de un
distrito y el nivel de satisfacción de sus habitantes. Para el abogado, la
solución pasa por mejorar la administración de los distritos ya existentes o la
agrupación de aquellos con necesidades o recursos complementarios.
“Por más
distritos que se creen, si estos no son administrados con una gestión
profesional y eficiente, si no expresan homogeneidades geográficas o un nivel mínimo de cohesión de
sus pobladores, están condenados a la extinción o la anexión a algún otro”,
concluye.
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